Vaya pedazo de Lobo Estepario que estas hecho, me ha sido imposible después de leerte no añadir algo a tan profunda crónica, no he leído al citado psicólogo y desconozco el contexto, pero teniendo en cuenta la frase citada por él aun siendo pura retórica, entiendo que nos dice que hoy estamos todos un poco mas locos (que es verdad) y en consecuencia él está de atar.
Estarás de acuerdo que hace 20 ó 30 años la montaña estaba exenta de la masificación actual, sobre todo en altura y no puedo olvidar aquella sensación de “aventura” que te proporcionaba el riesgo y la soledad. También recuerdo que volvía a casa con algo dentro de mí ya para siempre, aquel esfuerzo en llegar, la travesía por el cresterío nevado, sensaciones que hace treinta años si que eran difíciles de compartir.
No somos muchos mas habitantes que hace 20 años, lo que ha pasado es que nos hemos extendido como una epidemia en todas direcciones y a la montaña le ha tocado lo suyo, todos tenemos derecho, pero no nos engañemos ya no es lo mismo.
Efectivamente como las cosas cambian, mi relación con la montaña también ha cambiado, empezando por ir normalmente solo, (ya que estoy desvinculado de antiguos compañeros) cuando todos vuelven yo me subo al glaciar del aneto me monto la tienda junto al collado de coronas y disfruto del mayor espectáculo que se puede ver bajo la bóveda celeste…que te voy a contar Gerardo que ya no sepas.
Comparto vuestro cariño a la montaña y la sensibilidad de vuestros escritos.
Feliz año a todos.
Bibaqueando con un trozo de plastico en el collado de Maldito, si esto no es amor...